sábado, octubre 29, 2005

La Decisión

A veces llegan momentos en la vida en los que hay que arremangarse y meter las manos en la mierda... Y aunque duela hasta el último intersticio del alma, como una especie de drenaje para que la sangre fluya, se vuelve necesario renunciar a ciertas cosas que alguna vez fueron sinónimo de vivencias felices de abrigo y protección...
No creo que se trate de un "hasta siempre", prefiero los "nos vemos luego", menos terminantes... pero lo cierto es que actualmente me debato incansablemente, sin llegar a discernir qué rumbo seguir al respecto. Sólo espero tener la sabiduría necesaria para errar lo menos posible, para elegir aquello que deje menos abiertas las heridas...
Por los parlantes se oye a Fito canturreando "La despediiiidaaaa..." y yo sólo atino a llorar pues, muy en el fondo sé perfectamente que debo dejarte...

jueves, octubre 27, 2005

Bungee Jumping Emocional...

(Me pediste que hablara sobre el tema, y justo encontré esto entre unos archivos polvorientos que escribí... allá lejos en el tiempo)


'Nopuedodormir...'

Y una vez más voy a mirarte con mi estúpida sonrisa de papel, como si absolutamente nada me estuviese carcomiendo el alma, como si no existiese ningún desfiladero de lágrimas arrancándome los latidos, como si la tragedia no se hubiese masticado hasta sangrar una a una mis ilusiones…
Mis pobres ilusiones… tan marchitas, tan mustias, tan ajadas... sinónimo de un cruel picadillo, carne de domingo en la sartén, relleno de maléficos pasteles de incertidumbre y oscuridad, estribo perfecto para cuchillos fóbicos, una martingala de mil demonios enclavada en mi espejo…
Qué juego más punzante… qué espantoso hartazgo… qué trillada desazón…
Y sin embargo, volveré a mirarte con mis necios ojos de rutina, como si nunca las dudas me hubiesen succionado los pulmones, como si el desconsuelo no fuese la insuperable sensación de hoy, como si el perpetuo círculo de sal no lamiese constantemente mis pasos…
Mis pobres pasos… tan yermos, tan desolados, tan infecundos… analogía feroz de burla contenida, un jugoso espectáculo para hienas, carroña solitaria dispuesta en la mesa del ladino de turno, carcajada perversa de prófugos cleptómanos, burda imitación de paseos por folletos de colores…
Qué treta más siniestra… qué sadismo diligente… qué saña redundante…
Y aún optaré mirarte con mis gansas mejillas dibujadas, como si la vida no me llevase en calesitas de alfileres, como si el sollozo ahogado no perteneciese a mi usual respiración, como si el desierto pétreo no humillase eternamente mis esperanzas…
Mis pobres esperanzas… tan estériles, tan inútiles, tan caducas… semejanza irrisoria con gránulos de arena, alimaña invisible pero incuestionable de almas rapaces, dulcecito apetitoso de voraces corrosivos, juguete preferido de diabólicos huracanes humanos, pesadillas imperceptibles por fuera de mi mente…
Qué ambiciones más fútiles… qué insoportable bazofia… qué fatigosa nimiedad…

Comprendo que no hallaré así respuesta alguna, pero no encuentro otro modo de enunciarme ante tu presencia, más que reiteradamente mirarte como si todo fuese abominablemente ideal…

martes, octubre 25, 2005

ALMA NOCTURNA...

Me incorporo en mi cama de un salto, abandonando bruscamente las imágenes de góndolas doradas chapoteando por la 9 de julio y de pegasos de cristal surcando un cielo de perfecto azul, en una Buenos Aires que no conoce el smog ni la corrupción... A pesar de despertarme violentamente, y sentir el sacudón de la realidad arrojándome de mi dulcecito onírico, sigo tarareando hacia adentro, casi tartamudeando en un suspiro: “ya sé que estoy pianta’... pianta’... pianta’...”. Siento cómo el corazón me zarandea la garganta sin clemencia, y de manera instintiva empiezo a rasgar las sábanas, llegando hasta el relleno del colchón. El sudor profuso y frío se apodera de mí, y aunque no me veo, sé que soy la imagen misma del pánico. Oigo pasos en la pared... sí, en la pared... Me he quedado tiesa, totalmente paralizada por el miedo. No me atrevo a girar la cabeza hacia ese costado, por aprensión a intuir allí lo que hace ya más de un año y medio intento inútilmente negar... Pero lo siniestro es más poderoso, lo ominoso me domina y, aunque mis ojos abiertos continúan brillando en el mismo ángulo intacto, mi cabeza lentamente va siguiendo el recorrido hacia el muro fatal, como si fuera el eje mismo del segundero en un reloj de agujas. Trato entonces de recordar, de unir cabos que me ayuden vanamente a custodiar la cordura...
El zumbido surgió allá por marzo del año anterior, o al menos en ese momento fui conciente de él. Luego aparecieron las marcas, primero simples rasguños, pero pronto se hicieron cicatrices profundas. Después las pupilas, que aumentaron notablemente durante las noches, menguándose al despuntar el día, aunque sin volver nunca por completo a su tamaño natural. Y, finalmente, ese sabor inconfundible... mezcla de hambre y saciedad, de vacío y completud, de melancolía y éxtasis... todo en un mismo bocado funesto.
Tic tac, tic tac, tic tac… La cabeza ha arribado a la posición “y cuarto” del reloj imaginario, y mis ojos - en blanco ya - no logran oponer más resistencia. Entonces los cierro y los vuelvo a abrir, de frente a la pared... El horror me estremece: veo huellas de sangre fresca que reconozco de mis pies... mis propios pasos... Pero más que la sangre, me aterra el hecho de poder percibirlo todo perfectamente en la más absoluta oscuridad... las pupilas... El zumbido no es zumbido, son palabras que comprendo... son mandatos categóricos e irrefutables que me arremeten desde alguna dimensión que desconozco, pero sé que me excede holgadamente en jerarquía: algo me está gobernando, he perdido las escrituras de mi entidad. Entonces salgo corriendo desesperada hacia el salón donde está el espejo, y me detengo repentinamente delante de él: descubro con pavor que por mucha voluntad que yo preste, mi imagen no asoma en la lisa superficie plateada... El sollozo contenido estalla, y me ahogo en un llanto casi ancestral, como si mil ánimas suplicantes y sufrientes me hubiesen elegido portadora de sus penas para mitigarlas todas en mis lágrimas...
De repente, sabiendo exactamente con qué me voy a encontrar, doy un brinco enérgico y me adhiero al cielo raso, me deslizo por él gateando con destreza sorprendente. Me eyecto por la ventana, y arrastrándome cual reptil asciendo rápidamente por la fachada del edificio hasta llegar a la azotea, donde me pongo de pie. Ahí está él... lánguido... con su cuerpecito azulado y entumecido... los párpados eclipsados por penumbras definitivas... la piel y la personalidad congeladas por siempre... Sostiene aún en su manito izquierda su muñeco de peluche, con expresión inocente en los ojitos de botón... Y del bolsillo de su traje de marinerito asoma un folleto con dibujos de colores festivos, en el que llega a leerse: “Nueva atracción del parque: ¡VENGA A CONOCER UNA BUENOS AIRES DISTINTA, EN DONDE LA INOCENCIA ES LA PROTAGONISTA! Anímese a dar una vuelta en nuestra Venecia porteña, o a volar en nuestro carrusel de caballitos alados”.
Caigo abatida sobre mis rodillas, y con consternación y desasosiego comienzo a auto flagelarme arrancándome la piel a jirones con mis uñas... las cicatrices... Como en una ironía, de fondo se oye desde el tocadiscos del viejo vecino noctámbulo: “...Loco, loco, loco ...cuando anochezca en tu porteña soledad...”
Con impotencia, sintiendo casi una parálisis en el alma, me llevo dolorosamente las manos a la cara para palpar mis labios pegajosos y húmedos... Ya de regreso en el ataúd, me regodeo espeluznada por mi placer ante el dulce sabor de su sangre niña...

(Perdón por lo extenso, me inspiré demasiado =D)

lunes, octubre 24, 2005

El minuto previo...

El silencio estaba arañando mi sonrisa, un sabor amargo y letal que no pretendía abandonarme. Hubiera persuadido cielo y tierra si eso fuera a bastar... Fue entonces que supe cuál sería la respuesta a mi triste condición... Tenía que encontrarte, era ese el requisito.
Salí pronta de casa con un garabato en un papel, mi paso era tan firme que hubiera podido atravesar la pared sin notarlo. Llegué a mi destino. Las mariposas del mundo aleteaban por mis venas. Mi energía vital toda, parecía haberse detenido: el pulso congelado en el polo de mi fuego, la respiración encarcelada por las rejas de la emoción, mis movimientos maquinales respondiendo a no sé quién, la piel erizada como un bosque fósil, el aliento inexistente que agrietaba mi boca... Tan sólo se descifraba un impulso desesperado y vigoroso revolucionándome el pecho, agitándolo hasta la locura, como una pobre alimaña sacudida por el hambre del león...
El minuto previo... Tomé decidida el teléfono y marqué tu número... ...el minuto previo, cuando al fin pude oír tu voz...

viernes, octubre 21, 2005

Yo y mis ideas

Aquí estamos otra vez. Intentando que tú comprendas mis palabras, mi voz... recorriendo una senda, un camino sinuoso hacia tu cordura, tu perspicacia verdadera... dibujando el mapa de tus razones, la exactitud de tus sentidos...

Me devoro los vocablos en bocados, tus vocablos devorados... polvorientos, marchitos arrastrándose sin descanso... sin piedad del saber, del dolor de no entender la lectura de mis notas...

Ideal, insólito, indescriptible, inconmensurable... inasequible, inimaginado, interminable, impresionante...

Me río de tus fallos, de tus tropiezos, de ti...... de mis silencios...

El entorno entero se ha callado, y yo río, río y río...


(Nota: La sentencia precedente fue íntegramente escrita utilizando el Dragon NaturallySpeaking, que es uno de esos programejos mediante los cuales uno puede darle instrucciones a la PC con la voz... y, por ende, hacer dictados de textos... Ahora, vuelvan a leerlo =P)

miércoles, octubre 19, 2005

Un día HOT... (mostrando la hilacha... y otras cosas)

ADVERTENCIA: El siguiente relato contiene fragmentos eróticos que pueden resultar “no aptos” u ofensivos (?) para personas sensibles. Hecha la aclaración, no hay reclamo posterior, he dicho!

Corrían los años en los que me desempeñé como aya ("niñera" pa' los amigos); entre otras cosas, mi labor consistía en esperar el horario de salida del colegio, retirar a los niños y llevarlos a su casa para darles el almuerzo, aguardando el regreso de la madre. Pero yo podía disponer de mi tiempo con total libertad durante la estadía de los críos en el establecimiento educativo (fa, qué nivel!) - e incluso quedarme en su casa si así lo deseaba -, con el consentimiento de los padres (mis jefes, claro está).
Faltaban aún un par de horas para encaminarme hacia la escuela a buscarlos y era esa una mañana de diciembre muy calurosa... a ver si me explico... MUY CALUROSA... No había en el dichoso departamento manera tradicional alguna de disminuir la temperatura ambiental (luz cortada en todo el edificio, y por consiguiente el agua)... ergo: ni ventilador, ni ducha, ni nada...
Se tornó imprescindible encontrar alguna solución, y lo mejor que pude hacer fue despojarme salvajemente de la ropa, que tenía ya adherida a la piel a causa del sudor... Acto seguido, fui hacia la heladera, y extraje una cubetera del freezer, volcando en un vaso los cubitos que permanecían todavía congelados. Me dirigí a la ventana, por la cual entraba una leve brisita... y me instalé ahí, desnuda sobre unos almohadones (los sillones estaban lejanos), a disfrutar del aire que serpenteaba fresquito por los senderos de agua helada que había dejado el hielo al escurrirlo por los pliegues de mi cuerpo. Primero fueron los hombros y el cuello, una especie de danza sensual ardiente y helada a la vez... que de a poco iba deslizando con la mano derecha por mi abdomen, deteniéndome en el ombligo (sin pelusa)... luego un salto hacia los tobillos, la parte posterior de las rodillas (hueco poplíteo =P), acariciando los muslos en un lento ascenso hacia el monte de Venus... En ese instante, tomé con la otra mano también un hielo, y empecé a recorrer las partes más prominentes de mi torso, sintiendo cómo se iban endureciendo los vértices de mis pechos entre mis pulgares-índices y el frío del cristalito gélido, cada vez más derretido...
Obnubilada así en una suerte de ardor glacial, cuando estaba ya a punto de la auto fricción, al borde del inicio de la embriaguez y de la conjunción de sendos caminos helados... de pronto me percaté que en la terraza vecina se encontraba una señorita - muy bonita ella - tomando plácidamente sol casi en topless (aclaro que el edificio lindante estaba a escasos metros de donde me encontraba yo)... Evidentemente debieron llamarle poderosamente la atención mis movimientos detrás de las translúcidas cortinas - que jugueteaban con mi anatomía seducidas por el viento (¿o era al revés?) -, ya que me clavó su mirada y se quedó ahí, observándome estupefacta...
Nos miramos fijamente a los ojos por unos segundos que parecieron siglos. No sé si fue el hecho de habernos descubierto mutuamente “en falta”, si fue la sensación de una conexión implícita entre ambas por hallarnos en condiciones tan similares, o quizás esa veta que llevamos todos los humanos de atracción por el mismo sexo... pero lo cierto es que en ese preciso instante, ella comenzó a manosearse íntegramente, de manera grosera y ostentosa... haciendo volar la bikini por los aires... Al verla en tal condición, sentí cómo iba creciendo pudorosamente la excitación en mí, sin poder contenerla ni por asomo... Y casi como una autómata, comencé yo también a masturbarme perdiendo completamente la noción del lugar y del tiempo: los dedos, lenguas y afines de ambas no daban abasto ante tal banquete de estímulos sensoriales... Mi transpiración mezclada con el agua ya tibia que una vez había sido hielo... la de ella que yo adivinaba confundida con los restos del bronceador que hubiera deseado ardorosamente aplicarle... Y así seguimos sin detenernos ni un instante, sin dejar de devorarnos con la mirada, jadeando y respirando dificultosamente a causa del placer compartido... hasta que en el mismo y preciso momento cerramos los ojos, y casi como un relámpago auditivo se pudo escuchar un único y penetrante gemido de éxtasis combinado...
Volvimos a mirarnos, sonreímos, ella me guiñó un ojo y yo le soplé un beso...
Miré el reloj, me vestí, y fui corriendo a buscar a los chicos, que estaban a punto de salir del colegio.
Al volver miré una vez más por la ventana, pero no quedaba en la azotea ni la sombra de esta muchacha...
Fue para mí una experiencia tan intensa y exótica, que jamás me animé a contársela a nadie. A ella nunca volví a verla... tampoco sé qué hubiera pasado si la encontraba por ahí...
Lo que sí me dio un poquito de vergüenza, fue cuando delante de la madre, Fulanito me preguntó por qué estaba todo salpicado el almohadón al lado de la ventana...

lunes, octubre 17, 2005

ALGUIEN en mi vida...

Una incógnita surge en las venas... ...miles de glóbulos excitados recorren y bifurcan... ...Es una duda latente, cubierta de redes...
Yo sólo veo unos ojos oscuros, casi negros, rodeados de penumbras misteriosas. Es justamente esa bruma la que me lleva y me incita... ...no puedo detenerme, debo descubrirlo, no seguiría viviendo si no logro comprender qué se esconde detrás de esa mirada... ...La intensidad es tal, que me atrevo a decir que, si no fuera por esta fuerza inevitable e inconsciente, me dejaría ciega y sin vida.
Me proyecto en el tiempo, más allá de los sentidos: guardapolvos blancos, risas, juegos... ...una galería bordó y gris... ...una sonrisa pícara, cómplice de ese pacto secreto que acaba de lacrarse... ...Una chispa de deseo, una cosquilla primera, atraviesa los dos cuerpos...
...Esos ojos...
Retrocedo un poco más, sólo unos meses... ...una canción inocente me llega desde atrás, intenta seducirme en la oscuridad... ...Por delante, un gran paño blanco, que refleja imágenes triviales de una historia insulsa... ...algo empezaba a conmoverme... ...pero aún no veía los ojos...
Hasta aquella tarde... cuando me inundó el hechizo, cuando nunca más sería quien había sido... ...Un abrazo tímido en la noche... ...un roce intencional de un muslo o una mano... ...el brillo en las pupilas...
Avanzo en los años, y allí están intactos los ojos... tan llenos de vida y muerte a la vez... ...Me pide que acaricie su largo y sedoso cabello, que lo trence y lo perfume... que maquille su rostro... ...Intercambiamos fantasías de plata: un dije y una medalla... ...es un juego de presencias... ...Le presto mis ropas, mis zapatos, mis compactos... ...El deseo incontenible crece, y crece... ...Como un vicio...
Nuestros padres algo intuyen, saben que hay un secreto en nuestras vidas...
...Esos ojos me absorben, me transportan...
De las manos recibo una prueba de amor, me sorprende... Y yo sólo puedo abstraerme en la mirada, casi un tornado silencioso que succiona mis latidos... dos perlas de azabache, dos agujeros negros de misterio y pasión...
La tristeza se apodera de mis días... ...ni todas las lágrimas del mundo llenarían mi sensación... ¡Que no se destruya, amor mío...! ...El corazón estalla a gritos que nadie puede oír... ...Jamás comprenderían nuestras almas... ...ALMAS DE DIAMANTE... ...Un amor casi imposible, casi prohibido... ...JAMÁS... ...JAMÁS... Hoy me queda el recuerdo, la vida que imaginé a su lado... y tan sólo con eso me basta... ...¡No! ...sé que aún hay algo más... ...Sus ojos, su mirada... el poder de su misterio... ...y la hondura insondable, a la que nunca terminé de entrar...

jueves, octubre 13, 2005

Pupo & Cía

Hoy elegí hablar de la pelusa que habita el ombligo, asunto de alta alcurnia si los hay...
¿Y quién alguna vez no se encontró con el típico ovillito ahí escondido, creciendo desde el pie? - claro que, respecto al pie están también los que portan pelusilla en las falanges metatarsianas, pero bueno... esos son ya otra clase de gente, no tan simpática como los que engendramos matitas umbilicales - ...aquel que esté libre de pecado, que arroje el primer comentario (y se vieron rodar "tumbleweeds" por todo el blog, por quedar desierto y porque ellas fertilizaron desde los ombligos de mis numerosos lectores ...el que no me entendió, se jodió! =P).
Lo que resultaría interesante, sería encontrarle alguna denominación piola pues, "pelusa-del-ombligo" me resulta demasiado largo y explícito... Así que, voy a aprovechar este post para que todos los que quieran hagan su aporte al léxico del vulgo, los invito entonces a dejar sus propuestas en los comentarios... serán también muy bienvenidas todas las anécdotas y/u observaciones respecto de la "navel-bleweed" (primera contribución al diccionario popular, aunque preferiría en castellano) que deseen compartir; a mí se me ocurren demasiadas en este momento, pero esto me quedaría símil testamento, y no es la idea.
A movilizar las neuronas, se ha dicho... Eso sí... por las dudas pónganse casco, a ver si todavía les cae un pedazo de techo encima...

miércoles, octubre 12, 2005

Another brick in the... roof

"[...] Como se ve en el gráfico, el efecto principal es cuando se muestran dentro de una misma variable diferencias significativas, y el efecto simple......."

BLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!!!
(Grititos, exclamaciones de asombro y espanto varias, corridas agitadas de sillas y/o bancos)
... @ ...

Sí, sí... la sede de Independencia de la Facultad de Psicología necesita algunas reparaciones (casi me conformaría con que fueran en el aula 207)... salvo que quieran dar clases a cielo descubierto para evitar la posterior sacudida de "escombros azoteicos" de hombros y/o cabezas de los alumnos, que quedan así tan desprolijos, claro... Mientras tanto, sigamos llamando al SAME...

viernes, octubre 07, 2005

Y 'ello' cuasi-sucedió!

No fue tal vez "el Ying y el Yang", no llegamos a tanto... pero hubo adrenalina por demás, lo puedo confirmar!
No podría decir que venció el 10% restante, aunque evidentemente sí tuvo bastante peso.
Y - finalmente - quizás no haya sido "la fractura de San Andrés", mas... doy fe que guarda cierta similitud con el imponente "Cañón del Colorado"... toda una hazaña.
Pues, hoy esperaré los comentarios ;)
[fondo musical]Ansiedaaaaaaad... la la la [/fondo musical]

El Ying y el Yang (?)

No quiero decir demasiado aún, porque sólo estoy convencida en un 90%... pero que se viene... se viene... IMPRESIONANTE!!!
Sólo adelantaría que existen momentos en la vida de uno que podrían únicamente compararse con la fractura de San Andrés (?).
En fin, me sentaré a esperar los comentarios, si es que 'ello' sucede, claro... ;)

jueves, octubre 06, 2005

Basic Instinct...

Y la venganza fue terrible... dulce venganza, tuviste sabor a poco...
Aunque ya habrá más oportunidades de retorcernos en nuestro lujurioso caldito de bajos instintos...
Y sí, duró apenas... y casi diría que faltó pirotecnia, mejor hubiera sido rozarlos con otras "partes"... abordar sus cuerpos y sus mentes con todo el caudal de nuestro impetuoso torrente interior...

...

Pero bueno, me conformo con haber cantado detrás de los es-putadores bajos en el ensayo de hoy, y haberles devuelto un poco de su propia medicina!
(Muac! ...mis queridos bajetes, os quiero!)

domingo, octubre 02, 2005

Sábado de super acción...

- Hacemos algo hoy?
- ...Y, no sé ...tengo que estudiar ...aunque ganas no me faltan.
- Dale, copate!

[...]

Ya
Mismo
Comemos y
A festejar!
Luego de la muzzarella grasienta y deliciosa - pero "con Coca Light mejor!" - encaminamos hacia el antro de la perdición, deseosos de acción y hambrientos de experiencias que postulasen al extremo nuestros sentidos. Ahí estaba ella aguardándonos ansiosa y dolorida, y no dudamos en abordar su cuerpo todo... todos... La espera pareció eterna, ¿media hora? que duró dos lustros... Cuando el irrefutable anuncio del patovica sopapeó: "No, nena... con esa carita sin D.N.I. no entrás, lo siento...".
Y así tuvimos que volvernos, con el rabo entre las patas... a tomar "gaseosa Coto lima-limón" en un 8vo. piso de Almagro...

¡¿A quién cuernos se le ocurre salir a un boliche un sábado a la noche sin documentos?!