La impotencia me lastima, me derrota el aliento saber que te amo desde lo profundo de mi ser, y aún así sentir que nos pierdo...
Nos pierdo en el tiempo, porque las semanas me laceran - siete veces cada una -, porque cargo en mis espaldas mil usinas trabajando para empujar lo nuestro todos los instantes...
Todos los instantes que son eones, cuando te intuyo inmóvil esperando en el puerto, cuando ya icé velas desde el comienzo y levo anclas día a día...
Día a día me desplomo pretendiendo ser tu viento, aunque desgrano el almanaque soplando sin descanso, aunque nunca te despierto y la impotencia me lastima...
martes, diciembre 16, 2008
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